Space Marines

Space Marines

lunes, 4 de julio de 2011

Artículo IV: La Caída de los Eldar // Article IV: The Fall of the Eldar

¡Hola de nuevo!

Avanzando en la línea cronológica, hoy nos toca hablar de los Eldar, la segunda raza más antigua de la Galaxia de Warhammer 40.000. En concreto, os presento la historia de cómo pasaron de ser los dueños de ella, a unos pocos refugiados (o en su defecto, piratas sádicos: los Eldar Oscuros):

La Caída de los Eldar:

 Hace más de diez mil años, los Eldar sufrieron la mayor tragedia que jamás haya sufrido una raza inteligente y próspera. La civilización eldar estaba en su máximo esplendor y dominaba una gran parte de la galaxia. En sus mundos dominaba una gran paz y belleza; eran paraísos de satisfacción personal y logros culturales. Sin embargo, todo esto acabó en un cataclismo destructivo que eliminó de golpe la civilización interplanetaria de los Eldar. Este cataclismo recibe el nombre de la Caída. Los acontecimientos que condujeron a la Caída no están registrados, pero están vivos en la tradición y las especulaciones. A continuación, se describe la historia de la Caída tal y como es generalmente aceptada por los Eldar. 

 Los Eldar eran un pueblo orgulloso y arrogante, confiado en su superioridad y desdeñoso con los bárbaros alienígenas. Sus logros tecnológicos superaban los de las demás razas y ninguno de ellos dudaba de que esta situación se prolongara indefinidamente. Los Eldar tenían motivos para estar confiados; ninguna raza representaba una amenaza seria a su riqueza o estabilidad. La Caída, cuando sucedió, llegó de forma mucho más sutil y peligrosa que una invasión alienígena. 

 En esa época no existían los mundos astronave, ni la Senda de los Eldar. Todos los Eldar seguían sus inclinaciones vitales según su voluntad gozando de cada capricho e investigando cada curiosidad. Sus grandes mentes servían tanto para las artes como para las ciencias. Crearon muchas cosas bonitas y aprendieron muchas cosas sobre el universo que actualmente han sido olvidadas. Eran muy longevos y, cuando finalmente morían, sus espíritus se disolvían plácidamente en la disformidad para volver a renacer. Entonces no existían las joyas espirituales que contienen sus espíritus inmortales, ni había necesidad de que existieran, ya que en esa época la disformidad no representaba ningún peligro para ellos. 

 Lenta pero firmemente, el gusano del orgullo empezó a roer a la raza Eldar. Creían que debían descubrir todos los secretos y disfrutar de todos los placeres. Dilapidaron inconscientemente los preciosos recursos de su maravillosa mente. Hacía mucho que los Eldar habían superado la necesidad de trabajar o de cultivar manualmente. La sociedad eldar proporcionaba todo lo necesario sin necesidad de hacer ningún esfuerzo. Los Eldar, por tanto, podían dedicar sus largas vidas a satisfacer hasta el último de sus deseos. Algunos acabaron consagrándose a sus impulsos más hedonistas. Los cultos exóticos proliferaron por los mundos eldar, cada uno de ellos dedicado a un conocimiento esotérico o a un exceso sexual. Mientras estos cultos iban arraigando en los Eldar, su sociedad iba dividiéndose cada vez más. La corrupción degeneró rápidamente en un injustificable abandono. Las bandas de asesinos sádicos merodeaban por las calles buscando a sus víctimas. No escatimaron ninguna vida en la búsqueda de estos placeres asesinos y perversos. La raza Eldar quedó dominada por la enfermedad de la concupiscencia. La sangre corrió por las calles en medio del enloquecido rugido de las multitudes.

El Nacimiento de Slaanesh:

 Solo un loco puede pretender entender el extraño universo del espacio disforme, ya que, por su propia naturaleza, es inconstante e incomprensible. Y fue en el espacio disforme donde tomó forma la destrucción de la raza Eldar. Fue en el espacio disforme, entre las vibrantes energías psíquicas, donde la corrupción de los Eldar acabó manifestándose. En el interior del psíquico espacio disforme empezaron a unirse los espíritus de los muertos formando una consciencia estructurada. Los Eldar formaron en el espacio disforme, sin saberlo, una mente inimaginablemente inmunda y enferma. Era un reflejo de ellos mismos, de aquello en que se habían convertido, de la nobleza y el orgullo desplazados por la perversidad y la desvergüenza. Descubrieron demasiado tarde que habían creado un dios a su imagen, un dios que había crecido y aumentado de poder gracias al alimento de los espíritus de los Eldar. 

 En el interior de la disformidad, los pensamientos y las emociones crecían y se expandían alimentándose de los sentimientos de sus semejantes hasta llegar a una especie de consciencia. Fueron convirtiéndose en espíritus de mayor o menor potencia y su larga gestación fue seguida de un gran dolor cuando nacieron. Su nacimiento sacudió la disformidad y rompió la estructura del espacio. Ninguna criatura de la disformidad nació de una forma tan monstruosa o tan poderosa como el dios del Caos Slaanesh, el Gran Enemigo y la encarnación de la Perdición de los Eldar. 

 Durante años, los Eldar estuvieron sumidos en la locura mientras Slaanesh soñaba en la disformidad. Sus mundos ardieron. Los Eldar mataron, rieron y devoraron los cadáveres de los muertos. Mientras esto ocurría, Slaanesh cobraba vida entre espasmos de ansiedad. Cuando llegó el momento del nacimiento de Slaanesh a su consciencia divina, no hubo ni un solo Eldar que no quedará preso de una gran agonía. Con un aullido de energía psíquica, Slaanesh se materializó en su forma inmortal y gritó de dolor. El universo quedó desgarrado por una implosión psíquica. Los espíritus de los Eldar fueron arrancados de sus mentes y devorados en el primer aliento infernal de su dios. Intoxicado por este primer sorbo de almas, Slaanesh rió y contempló el universo de dioses al que había llegado. 

 El epicentro de la implosión psíquica estaba situado en el centro del reino de los planetas de los Eldar. Todos los Eldar en un millar de años luz resultaron aniquilados en un instante y sus espíritus fueron absorbidos por la disformidad para alimentar al hambriento dios. Incluso los mundos astronave sufrieron daños mientras huían y solo los más alejados del epicentro lograron sobrevivir. La onda de choque destruyó millones de mundos de exiliados en los límites de la galaxia, quedando indemnes solo los mundos más remotos. En unos instantes, los Eldar habían pasado a ser una civilización muerta, reducida a unos pequeños núcleos de refugiados dispersos por el espacio, conocedores de que su Gran Enemigo había nacido y de que les perseguiría durante toda la eternidad. 

 La onda de choque psíquica estaba concentrada en la mente eldar, pero también fueron destruidos millones de humanos y criaturas de otras razas. El espacio disforme quedó totalmente desordenado, ya que durante bastante tiempo sopló un huracán de energía psíquica. El tejido espacial quedó desgarrado y la disformidad se derramó en el universo material. Apareció un gran agujero negro que engulló los mundos Eldar. Las astronaves que se hallaban en el interior de la disformidad quedaron instantáneamente destruidas y los psíquicos de todas las razas aullaron de dolor, muchos murieron tras perder el juicio por completo. 

 El agujero del espacio fue creciendo hasta engullir los antiguos reinos Eldar y prácticamente llegó hasta los límites de su poder. Esta grieta espacial es lo que actualmente se conoce como el Ojo del Terror y es el área más grande de este tipo que puede hallarse en toda la galaxia. En ella, el espacio disforme y el universo material están solapados. Los demonios se bañan en la energía de la disformidad mientras los príncipes demoníacos y los Marines Espaciales del Caos gobiernan planetas convertidos en infiernos de fuego y oscuridad. 

 La única consecuencia positiva del nacimiento de Slaanesh fue que el espacio disforme quedó en calma a partir de entonces. Antes del nacimiento de Slaanesh, el espacio disforme estaba plagado de tormentas y tempestades que impedían a las astronaves viajar entre las estrellas. El espacio disforme quedó en calma. Se había alcanzado un nuevo equilibrio y Slaanesh pasó a ser uno de los dioses mayores del Caos. Los demás poderes del Caos aguardaron mientras el nuevo equilibrio iba estableciéndose por sí solo. Por primera vez en milenios, las astronaves humanas pudieron abandonar el espacio alrededor de la tierra. Los mundos humanos de toda la galaxia volvieron a estar en contacto. Durante la Gran Cruzada posterior, el Emperador unificó la Humanidad bajo su Imperio y esta reemplazó a los Eldar como raza más activa de la galaxia.

Hi again!

 Going forward in the chronological line, today we must talk about the Eldar, the second most ancient race in the Warhammer 40,000 Galaxy. To be precise, I present you now the story of how they lost their dominant position in it, and turned into a few refugees (or otherwise, into sadistic pirates - the Dark Eldar):

The Fall of the Eldar:

 More than ten thousand years ago, the Eldar suffered the worst tragedy an intelligent and prosperous race had ever faced. The Eldar civilisation was in its greatest splendour and ruled over a great part of the galaxy. In their worlds there were great peace and beauty – they were paradises of personal satisfaction and cultural achievements. However, all this ended in a destructive cataclysm which destroyed suddenly the interplanetary civilisation of the Eldar. This cataclysm is known as The Fall. The events that led to The Fall aren’t registered, but they are alive in tradition and speculation. The history of The Fall is detailed below just as it is usually accepted by the Eldar. 

 The Eldar were a proud and arrogant people, confident in their superiority and disdainful with the barbaric aliens. Their technological achievements exceeded those of other races and none of them doubted this situation would last indefinitely. The Eldar had reasons to be unsuspecting – no race represented a serious menace to their wealth or stability. The Fall, when it happened, it came in a much more subtle and dangerous way than an alien invasion.
In that time, the Craftworlds didn’t exist, nor the Way of the Eldar. Every Eldar followed their vital leanings at their will, enjoying every whim and investigating every curiosity. Their great minds served for the arts as well as for the science. They created many beautiful things and learnt many things about the universe that are forgotten nowadays. They were very long-lived, and when they eventually died, their spirits dissolved placidly in the Inmaterium to be reborn again. Then the Spirit Stones that contain their immortal souls didn’t exist, nor were they needed, since in that time the Warp didn’t represent a danger to them. 

 Slowly but surely, the worm of pride started to gnaw at the Eldar race. They thought they had to discover all secrets and to enjoy all pleasures. They spent badly the precious resources of their wonderful minds. It had been a long time since the Eldar had gone over the need to work or cultivate manually. The Eldar society provided all the necessary things without effort. Thus, the Eldar could dedicate their long life to satisfy their every desire. Some ended devoting themselves to their most hedonistic impulses. The exotic cults spread by the Eldar worlds, each one dedicated to an esoteric knowledge or to a sexual excess. While these cults became entrenched among the Eldar, their society was getting more and more divided. The corruption degenerated quickly into an unjustifiable abandonment. The bands of sadistic assassins prowled the streets looking for their victims. They didn’t spare any life in this search for these perverse and murderous pleasures. The Eldar race was dominated by the illness of concupiscence. The blood ran through the streets amongst the crazed roar of the crowds.

The Birth of Slaanesh:

 Only a madman could understand the strange universe of the Inmaterium, since, by its own nature, it’s inconstant and incomprehensible. And it was in the Warp, amongst the vibrant psychic energies, where the corruption of the Eldar eventually manifested itself. Within the psychic Warp space the spirits of the dead began to merge, forming a structured conscience. The Eldar formed, unknowingly, an unimaginably filthy and ill mind. It was an image of themselves, of nobility and pride displaced by perversity and shamelessness. They discovered too late they had created a god in their image, a god that had grown big and strong thanks to the feeding of Eldar spirits.

 Within the Warp, the thoughts and emotions grew and expanded themselves feeding from the feelings of their peers until they reached some sort of conscience. They turned into spirits of bigger or lesser power and their long gestation was followed by a great pain when they were born. Their birth shook the Warp and broke the structure of space. No creature of the Warp was born in such a monstrous or powerful way as the Chaos God Slaanesh, the Great Enemy and the incarnation of the Doom of the Eldar.

 For years, the Eldar were deep in madness while Slaanesh dreamt in the Warp. Their worlds burned. The Eldar killed, laughed and ate the corpses of the dead. While this happened, Slaanesh was coming to life among spasms of anxiety. When the moment of the birth of Slaanesh to his divine conscience arrived, there wasn’t a single Eldar who didn’t suffer a great agony. With a howl of psychic power, Slaanesh materialised in his immortal form and cried in pain. The universe was torn in a psychic implosion. The spirits of the Eldar were ripped from their minds and devoured in the first hellish breath of their god. Intoxicated by this first sip of souls, Slaanesh laughed and watched the universe of god where he had arrived. 

 The epicentre of the psychic implosion was located in the centre of the kingdom of the Eldar planets. All the Eldar in a thousand light-years around were annihilated in an instant and their spirits were absorbed by the Warp to feed the hungry god. Even the Craftworlds were damaged as they were fleeing and only the farthest from the epicentre survived. The shock wave destroyed thousand of worlds of exiles in the galaxy fringes, leaving only the most remote ones undamaged. In a few seconds, the Eldar had turned into a dead civilisation, reduced to small groups of refugees scattered through space, knowing that their Great Enemy was born and that he would pursue them for all eternity. 

 The psychic shock wave was focused on the Eldar mind, but millions of humans and creatures of other races were destroyed too. The Warp was absolutely disrupted, since for a long time a psychic power hurricane blew. The fabric of space was torn and Warp spilled into the material universe. A great black hole appeared and gulped the Eldar worlds. The spaceships within the Warp were instantly destroyed and the psychics of all races screamed in pain, many died alter losing completely their sanity. 

 The hole in space grow bigger and bigger until it swallowed the old Eldar kingdoms and almost reached the limits of their power. This crack in space is known nowadays as the Eye of Terror and it’s the biggest area of this kind that can be found in the whole galaxy. In it, the Warp and the material space are overlapped. The daemons bath in the Warp energy while the Daemon Princes and the Chaos Space Marines rule planets turned into hells of fire and darkness. 

 The only positive consequence of the birth of Slaanesh was that the Warp was calm since then. Before it, the Warp was plagued by storms and tempests that prevented the spaceships from reaching the stars. The Warp was calmed. A new balance had been reached and Slaanesh turned into one of the major Chaos Gods. The other Chaos powers waited while the new balance established itself. For the first time in millennia, the human spaceships could abandon the space around Terra. The human worlds of the entire galaxy were in contact again. During the Great Crusade that came later, the Emperor unified Humanity under his Imperium and thus replaced the Eldar as the most active race in the galaxy.

domingo, 12 de junio de 2011

Artículo III: Evolución de los Necrones como figuras // Article III: Evolution of Necrons as miniatures

[English version below.]

¡Hola de nuevo, y perdón por el largo retraso!

 En esta ocasión, aprovechando que ya he empezado con los Necrones, quiero enseñaros este completísimo artículo que encontré y copié tal cual está del foro español Capa sobre Capa. Espero que os guste tanto como a mí, porque está muy completo y bien ilustrado.

Atte.,
  Aresius.

PD: Gracias por haber superado las 1000 visitas, de todo corazón. Le anima a uno a seguir con esto =) 

*          *          *
Los necrones, que a día de hoy son junto con Cazadores de Brujas la única raza del juego que tiene un codex de 3ª edición, han tenido unos orígenes históricos fuera del juego realmente curiosos.
La primera aparición de los necrones como miniaturas fue bajo la apariencia de androides del Caos:

En el año 1990, GW y MB juntan sus fuerzas y lanzan un juego con clara inspiración en pelis como Alien de James Cameron: el Space Crusade, Starquest, o mejor dicho, el Cruzada Estelar. Entre las minis hay dos bandos: marines espaciales (“Legionarios Espaciales”) y Aliens, y es entre los Aliens donde encontramos el primer ejemplo de Necrón: el androide del Caos.

  Pese al nombre, la estrella de ocho puntas en la frente y la especie de espingarda con bayoneta que le ponen se puede ver sin error alguno un proto-Necrón. El juego fue evolucionando con diferentes ampliaciones que incluían más razas y vehículos, usando como fuente de inspiración películas como “Robocop” (para el dreadnought) o algunas más antiguas como “Star Trek” (para los Eldar) o la primera de "Terminator" (1984) para estos androides. Las figuras van siendo aceptadas por los “hermanos mayores” de los otros juegos de GW y se decide, años mas tarde, exportarlos a otros juegos basados en 40k, como el Epic.
 
Corría el año 1992 y hacía un año que se había estrenado “oursales 2, el Juicio Final” (acordaos de You could be mine de Guns & Roses) y al parecer integraron dentro de las armerías del Caos que salían en el suplemento de “Epic: Renegades” los androides del Caos, como tropas de Khorne. Se decidió darles entonces algo más de trasfondo para ver de dónde salían. Estos eran unos autómatas de plastiacero hechos por los Squats del Caos que, con ayuda de hechiceros esclavos, eran animados por un demonio menor que los poseía. Como recordaban a los terminators de James Cameron, gustaron mucho (que nadie diga nunca que la GW no tuvo sentido de la oportunidad…). Aun así, la GW no se decidió del todo con ellos.  

Había pasado bastante el tiempo y el interés por ciertos juegos de MB decaía poco a poco en USA e Inglaterra (en España por ejemplo duraría un poco más al llegar más tarde). Sin embargo, había cierto gusto por algunas miniaturas como los androides, que en aquella época eran difíciles de conseguir por separado del juego. A pesar de todo, no se integraron en ninguna lista de ejército de forma clara y la gente se los fue quedando como algo para pintar y meter en la vitrina. A mí personalmente ni me parecían feas ni bonitas pero el arma era algo fina y ridícula para la mini en sí. 

Pero algunos diseñadores de juegos a finales de los 90 no se habían olvidado de estos androides y se decidieron a sacarlos como ejército independiente. Sin embargo, con la desaparición de los Squats del juego (mal exterminados y sacados del juego por un jaleo de copyright) no había forma de sacarlos en un, por ejemplo, “Codex: Squats del Caos” y así tener la contrapartida de los Enanos del Caos de Fantasy en 40k.

Además, el Caos entre marines, demonios, cultistas y demás tenían tropas de sobra, ¡entonces para qué más!

Así que, como la idea de unas máquinas asesinas que atacan sin provocación y de forma despiadada a sus enemigos gustaba, salieron los primeros Necrones como tales.
Pese a que los dibujos de John Blanche seguían inspirándose mucho en la estética de Terminator, se les empezó a dar un trasfondo de raza antigua prehumana, con un aspecto pseudo egipcio-mesopotámico-precolombino, todo junto y mezclado como una ensalada histórico-cultural.
Como ejemplo clásico el líder Necrón, el primero de su clase:  
  
Las bandas laterales que caen de la cabeza del líder Necrón recuerdan al nemes egipcio de los faraones, así como el símbolo que remata su báculo, que es como una cruz ankh pero truncada por la parte superior. Lo que remata su cabeza no se parece al nemes en sí, pero sí a la tiara rígida de los persas (algo mas alta y estrecha eso sí). Por último, la propia máscara recuerda a algunas de origen azteca mientras que la decoración geométrica en ángulos rectos del taparrabos, báculo u otras piezas de su indumentaria recuerdan a las formas de escritura de los mayas, o toltecas. Para darles una conexión más clara y visual con la muerte (dado que los Necrones son lo más parecido a los No Muertos en el 40k y son guardianes de necrópolis), el símbolo que tienen integrado en la placa pectoral tiene forma de tapa de ataúd.

El “Codex: Necrones” fue el último codex de la 2ª edición y salió en los últimos momentos de vida útil de esta (1998, aproximadamente), tan justo que no tuvo ni libro ni fascículo como otros de los últimos de esa edición (Asesinos y Hermanas de Batalla). Salió en la WD 217 de la edición inglesa (en la edición española no lo recuerdo, pero estará entre el número 30 y el 50):
 

Más o menos en aquella época salían en Caos de Fantasy las primeras encarnaciones de Archaón, Derechala y demás…
Era un ejército con poca variedad de tropas (1 personaje, que era el Líder, y como tropas estaban los guerreros Necrones, los Escarabajos, los Destructores y los Inmortales), pero muy duro y capaz de acabar con sus oponentes con sus reglas especiales: por ejemplo los Escarabajos literalmente se comían los tanques, ya que cada Escarabajo te bajaba tres puntos de blindaje, dejándolo muy vulnerable a cualquier disparo.

En aquella época eran todo de metal, pero tan fáciles de pintar como un marine y tan compacto su ejército como uno de Marines del Caos. Al ser todo metalizados excepto por un par de detalles de color, se extendió más la técnica del pincel seco, que solo se aplicaba por aquel entonces en los Guerreros de Hierro (recordad lo coloridas que eran las miniaturas de la segunda y primera edición) y eso daba un aliciente extra a la hora de coleccionarlos, además de que eran algo “totalmente” nuevo.

Su primera batalla oficial fue la “Masacre del Santuario 101”, contra Hermanas de batalla, a las que arrasaron.
Destructor
Guerreros
Escarabajos
 
 Inmortales
Pronto se empezó a oír el término Necrontyr como la raza de la que habían evolucionado (por así decirlo) los Necrones. Y al mismo tiempo se empezó a unir su nombre a otro cabo suelto del trasfondo del juego, los C’tan, de los cuales se tenían noticias desde los primeros tiempos del juego, como por ejemplo en la página 90 del Codex Imperialis de la segunda edición (es decir en los inicios de esta).
Tras un tiempo un tanto confuso reaparecieron en la 3ª edición, primero como una lista adicional que salió en el Chapter Approved del 2001 (aquí Ordo Malleus Dixit) junto con la lista provisional de 3ª de las Hermanas de batalla y de la Compañía de la Muerte (antes salió en una WD a finales del 99).
Aquí sus atributos estaban adaptados a la edición correspondiente, con nuevas reglas y nuevo equipo, pero con las mismas miniaturas.
 
Se las promociona y así para la promoción de puntos de Skullz sale una mesa de análisis de la Inquisición con un Escarabajo Necrón:
 

Aun así el éxito debió ser más que considerable, porque un año más tarde (aproximadamente) Graham McNeill, Phill Kelly y Andy Hoare crean el primer Codex: Necrones con libro, el de 3ª (que es el que todavía se juega hoy día). Se rehace y se amplía toda la gama de miniaturas, de la mano de gente tan cualificada como Juan Díaz, Tim Adcock y el sempiterno Jes Goodwin, entre otros.

Algunos elementos se mantienen como el aspecto cadavérico, como de esqueleto de metal, y el símbolo, pero el resto se cambia: miniaturas nuevas con pocas cosas que los identifiquen con elementos de la Historia real para darles un aspecto más “xenos”, con un armamento muy diferente al que le incorporan unas barritas de plástico verde transparente para darles un aspecto aún más sofisticado, que por cierto atrapa a muchos nuevos jugadores. Las minis son mucho más variadas, dinámicas y ya no hay una tropa por categoría como con el Chapter del 2001 (salvo línea), sino varias. Y lo más importante, salen algunas de plástico, como los Guerreros.

Su trasfondo se une finalmente a los C’tan y se conoce en profundidad a los Necrontyr y como fueron enemigos a muerte de los Ancestrales y sus descendientes. Para su lucha llamaron a los C’Tan y ellos les dieron el aspecto cibernético que tienen actualmente. También salen revelaciones muy importantes, como quién es el Dragón o lo que tienen de Necrón los Culexus (o hasta algún Primarca como Ferrus Manus)

Esta es la gama de miniaturas actual:

Líderes:


Líder en destructor:  







Guerreros (multicomponente):






Espectros:






Desolladores:






Inmortales: 






Destructores y Destructores Pesados:





Parias:



Escarabajos:






Araña: 






 
Y además dieron a este ejército dos armas que los hacen muy temidos: el Monolito y los C’tan.



El Embaucador y el Portador de la Noche:





Con todo esto, si le sumamos una mejor armería y unas reglas especiales más ampliadas, tenían cubiertas todas las posibles necesidades de un ejercito (tropas rápidas, sacrificables, de infiltración, apoyo pesado…), además del que para muchos es el mejor tanque de todo el juego y dos seres que son incluso más poderosos que los grandes demonios del Caos.

El problema vino cuando los necrones se quedaron estancados en este codex. No los renovaron en 4ª y a día de hoy, en 5ª parece que todavía tardarán. No es que el codex no sea competitivo pero la gente ya tiene ganas de ver minis nuevas y saber más cosas de trasfondo. Mientras tanto van saliendo miniaturas de Forge World como el Pilón Necrón, y con la salida de Apocalipsis y sus demás libros se ven formaciones especiales de tropas de necrones. Así que el futuro no pinta mal para ellos. Pronto podrán dejar de decir los jugadores necrones aquello de “Volveré” para decir lo de “Sayonara, baby” a sus oponentes antes de apretar el gatillo de su rifle gauss.


Pilón:





Hi again, and sorry for the long delay!


 This time, as I already have started with Necrons, I want to show you this greatly complete article I found and copied just as it is now from the Spanish forum Capa sobre Capa. I hope you’ll like it as much as I do, because it’s really well done and illustrated.


Faithfully yours,
  Aresius.


PS: In order to keep the text from being too long, I have removed most of the pictures. As they are the same ones, you can check them in the Spanish version. Sorry if this causes you any problem.
PS2: Thank you very much for getting over 1000 visits! It raises my spirits and helps me to go on with this =)


*          *          *
 Necrons, who nowadays are – along with Witch Hunters – the only race in the game that still has a 3rd Edition Codex, have got really fascinating historical origins out of the game.

 First apparition of Necrons as miniatures was under the appearance of Chaos androids: in 1990, GW and MB join their forces and create a game with obvious inspiration in films like James Cameron’s "Alien": "Space Crusade", or "Starquest". Among the miniatures there are two sides: Space Marines ("Space Legionnaires") and Aliens, and it’s in the Alien side where we find the first example of Necron – the Chaos Android.

 Despite the name, the eight-pointed star in the forehead and the long musket-like gun with bayonet they had, you can see without error a proto-Necron warrior. The game evolved with different expansions including new races and vehicles, using as a source of inspiration films like "Robocop" (for the Dreadnought) or some other older ones, like "Star Trek" (for the Eldar) or "Terminator" (1984), for these androids. The figures were accepted by the "elder brothers" of other GW games and it’s decided, years later, to export them to other games based on 40k, like "Epic".


It was 1992, and the year before "Terminator 2: The Final Judgement" had been released (remember You could be mine by Guns & Roses), when the Chaos androids, as Khorne troops, were included in the Chaos armoury shown in the "Epic: Renegades" supplement. It was decided then to give them some more background to see where they came from: they were plasteel automats made by Chaos Squats who, with the help of slave sorcerers, animated them with a minor daemon. As they looked like James Cameron’s terminators, they were really liked (no-one can ever say GW hasn’t got a sense of opportunity…). However, GW wasn’t too convinced with them.

 Quite long later, the interest in some MB games was decaying in USA and UK (although in Spain it would last a bit longer since it arrived later). However, there was a certain appeal for some miniatures like the androids, which in those times were hard to find separated from the game. No matter what, they never got clearly integrated in any army list and people started keeping them just as something to paint and put into a showcase. Personally, I didn’t find them either ugly or nice, but the gun was a bit thin and ridiculous for the miniature itself.
 But some game designers from the late 90’s hadn’t forgotten these androids and wanted to release them as an independent army. However, with the disappearance of the Squats (badly exterminated and thrown out of the game because of a copyright mess) there was no way to release them in a, for example, "Codex: Chaos Squats" and so get the Fantasy Chaos Dwarves’ counterpart in 40k.
 Besides, Chaos - among Marines, daemons, cultists and so on – had more than enough troops, so why more!
 Then, as the idea of killing machines which attacked without provocation and in a merciless fashion to their enemies liked, the first very Necrons were released.
 Even though John Blanche’s drawings were still very influenced by Terminator’s looks, they were given a background of an ancient pre-human race, with pseudo- Egyptian-Mesopotamian- pre-Columbian looks, all together and mixed like an historical and cultural salad.

As a classic example, the Necron Leader, the first of its class:


 The side bands hanging from the Necron Lord’s head reminds to the Egyptian pharaohs’ nemes, and so does the staff symbol, which looks like a truncated ankh cross. The thing on his head doesn’t actually look like the nemes, but it does to the rigid tiara of the Persians (a bit taller and thinner, right). Finally, the mask makes us think of some Aztec ones, while the geometric ornaments in right angles on the loincloth, staff or other pieces of his clothing look like the ancient Maya and Toltec writings. To give them a more visual and clear connexion with death (since Necrons are the most Undead-like race in 40k and they’re guardians of necropolis), the symbol on the chest is a coffin-shaped plaque.

The "Codex: Necrons" was the last one from the 2nd Edition and was released in the last moments of its life (1998, approx.), so narrowly in time that it didn’t have either book or fascicle like others of the latest ones from that Edition (Assassins and Battle Sisters). It appeared in the WD 217 of the English edition. Approximately at that time the first incarnations of Archaon, Derechala and so on were released in WHFB Chaos army.

 It was an army with little variety of troops (1 character, who was the Leader, and the troops were the Necron Warriors, the Scarabs, the Destroyers and the Immortals), but really tough and able to destroy their enemies with their special rules – for example, the Scarabs literally ate tanks, since every Scarab reduced 3 points of armour, leaving them very vulnerable to any shot.

 In that time they were all cast in metal, but as easy to paint as a Marine, and an army as compact as a Chaos Space Marines one. Since they were all metallic save from a pair of colour details, the drybrush technique spread more, which in that time was only applied to Iron Warriors (remember how colourful were the 1st and 2nd Editions’ miniatures) and that gave another incentive to collect them, besides from being something “totally” new.

 Their first official battle was the “Sanctuary 101 Massacre”, against Battle Sisters, whom they obliterated.
 Soon the term Necrontyr started to be heard as the race from which the Necrons had (in a way) evolved. And at the same time their name was bound to another loose end, the C’tan, who had been mentioned since the first days of the game, e.g. in page 90 of 2nd Edition Codex Imperialis (that’s to say, in the beginnings of it).
 After some time of confusion they reappeared in 3rd Edition, firstly as an additional list released in the 2001’s Chapter Approved along with the provisional 3rd-Edition lists of Battle Sisters and Deathwatch.
 Here their characteristics were adapted to the corresponding Edition, with new rules and armoury, but with the same miniatures.

 They were promoted and so for the first Skullz point promotion an Inquisition analysis table with a Necron Scarab appeared.

 And so the success must have been considerable, as one year later (approx.) Graham McNeill, Phil Kelly and Andy Hoare created the first Codex: Necrons with book, the 3rd Edition one (which is the one still played with nowadays). The whole miniature range is re-made and widened, by people so qualified as Juan Díaz, Tim Adcock and the ever-present Jes Goodwin, among others.
 Some elements are kept like the cadaverous look, like a metal skeleton, and the symbol, but the rest is changed: new miniatures with few things that could identify them with real History for making them look more “xenos”, with a very different weaponry which included green-transparent plastic bars to give them a more sophisticated look, which, by the way, attracts many new players. The miniatures are much more varied, dynamic, and there is no longer one troop per slot like in 2001’s Chapter Approved (excepting Line), but several ones. And what’s more important, some of them are in plastic, like the Warriors.

 Their background is finally connected with the C’tan, and the Necrontyr are treated deeply, as well as how they were deathly enemies to the Old Ones and their descendants. For their fight they called the C’tan and they gave them the cybernetic aspect they have nowadays. There are also some very important revelations, like who is the Dragon and what’s Necron in the Culexus (or even some Primarch like Ferrus Manus).
 And plus they gave this army two weapons that make their enemies fear them – the Monolith and the C’tan.

 All this, along with an improved armoury and extended special rules, covered all possible needs of an army (fast troops, expendable ones, infiltration, heavy support...), besides having which is for many players the best tank of the game and two beings even more powerful than the Chaos Great Daemons.

 The problem came when Necrons got stuck in this codex. They weren’t renewed in 4th Ed. and nowadays, in 5th Ed., it looks like it’s going to take a long time. It’s not as if the codex wasn’t competitive, but people want to see new miniatures and to know more about their background. Meanwhile new miniatures come out of Forge World, like the Necron Pylon, and with the release of Apocalypse and its books new special formations of Necron armies appear. So the future doesn’t look bad for them. Soon the Necron players will be able to stop saying "I’ll be back" to say "Hasta la vista, baby" to their opponents before pulling the trigger of their Gauss rifle.